lunes, 31 de diciembre de 2007

Carta de Nochevieja

Queridos Reyes Magos:

Como cada año me pongo en contacto con ustedes por mediación de mi tradicional carta, que espero Correos os haga llegar con la máxima celeridad posible. Acaban estos 365 días de este 2007, para unos, el año de su vida, para otros, uno de los peores, y para muchos, otro más. Para los cofrades, un año más con lluvia, para los feriantes, jornada plena de farolillos verdiblancos, para los veraneantes, frío atípico, para el otoño, calor atípico, para los béticos el año del Centenario del Real Betis, para los sevillistas el año de la consolidación en lo más alto. Se acaba este 2007 y vuelvo a escribiros mi carta en este 31 de diciembre, que supongo la recibiréis en camino hacia el portal de Belén de todos los niños, y los no tan niños, que os esperamos cargados de esperanzas para este nuevo ciclo que comienza hoy, cuando la abuela sonría y deje caer el jugo de las uvas por las comisuras de los labios, cuando a Juanito se le pongan colorados los cachetes y el aire comience a faltarle bajo la sonora bronca de su madre, cuando don Anselmo sonría y piense que queda un mes y seis días para que la ceniza de Cuaresma se reparta por todos los sevillanos. Esta noche es la noche de la ilusión. La noche de los nervios. La noche del rojo. La noche de la bola bajando. La noche de la sidra y la capa. La noche en la que la quinta es la primera. Pero también es la cuenta atrás para vuestra llegada. La cuenta atrás para la ilusión. Y es curioso, queridos Reyes, que cuando concluye una cuenta atrás, empieza otra para esos locos bajitos que nos apasionan, que nos enamoran con sus gestos, que nos contagian con sus sonrisas y que nos traen la esperanza y la alegría de todos los días. Hace poco Amanda, la hermana de una amiga mía, me dijo lo qué os había pedido: “Yo le he pedido a los Reyes la almohada de Doraemon, para que todos mis sueños se cumplan”, y es eso precisamente, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, lo que hacéis cada madrugada del 6 de enero, cuando llegáis desde el lejano Oriente, tierra de sabiduría, gloria, conocimiento, ciencia y razón antaño, para traer los sueños de todos nosotros.

Os pido, como cada año, que me traigáis salud, paz, cariño y amor, para mi familia y todos mis amigos, entre los que incluyo a todas las personas que me han acompañado en esta aventura del blog a lo largo de este año que muere hoy, y que admiro y les deseo lo mejor, totalmente agradecido por el cariño que me han demostrado. Este año además, quiero daros las gracias. Quiero agradeceros que uno de los deseos más complejos que os pedí se cumplieran, como fue que el equipo de mis amores se quedara en primera. Sin embargo, debo repetir mi deseo y espero que vuestra magia, y la de Chaparro, deje al equipo verdiblanco en la máxima categoría un año más. También os voy a pedir que intercedáis con vuestros poderes y, aparte de magos, como buenos astrólogos (que no astrónomos ni astronautas), dejéis ver el sol durante el día y las estrellas durante la noche, cuando los Dolores se dejen felicitar un Viernes, y que permanezca así hasta que la Aurora de Dubé de Luque, limpia de lágrimas, nos deje una Tristeza Necesaria para pasar la tarde en la que La Maestranza comenzará su temporada. El año pasado no pudo ser, y espero, de todo corazón, que este año el Cachorro expire en Sevilla y vuelva muerto de madrugada a Triana, que las Callejuelas suenen a la O y que el Astro Rey nos deje cercos de sudor todos los días y que las lágrimas de los cofrades sean de emoción al escuchar una saeta, al ver un izquierdo por delante o contemplar como el Señor de Sevilla vuelve a cruzar nuestras calles con su poderosa zancada. Dos cositas más y ya está. La primera, que los amigos Vicenteeldelasalmendras y Bogar se animen, como lo ha hecho Orfila, y se hagan un blog. Y la segunda. Cuando era más pequeño, queridos Reyes, sabéis que yo os pedía una sorpresa si lo veíais conveniente, por eso os pido que el día 6 me traigáis una sorpresa, y a ser posible, espero que sea en forma de victoria para el Real Betis.

Así pues, queridos Reyes Magos, concluyo esta carta que espero os llegue lo antes posible, aunque creo que os la mandaré por e-mail, pues así podréis leerla cuando hagáis un descanso en el camino esta noche para comeros las uvas, si encontráis un wi-fi. Espero que los sueños de todos los niños, como el de Amanda, se cumplan, y que este 2008 venga cargado de esperanza e ilusión.

Y vosotros, queridos amigos... ¿qué le pedís al 2008?, ¿y a los Reyes Magos?, ¿os ponéis algo rojo esta noche?, ¿uvas completas o peladas y sin pipas?, ¿de frutería o de bote?, ¿en la Puerta del Sol o en una ciudad de Andalucía? ...os dejo un vídeo que explica las campanas de esta noche, para que no os confundáis con los cuartos.


Vuestro amigo Ramsés os desea, de todo corazón, un Feliz y Próspero año 2008.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Secundarios Protagonistas: la Magdalena de la Hiniesta


Juanito se metió un mantecado de limón entero en su boca. El susto de la reprimenda de su madre casi le ahoga. Con las lágrimas saltadas por el esfuerzo al respirar y la congoja de verse sin aire, todo ello agravado por la sonora bronca de su madre, Juanito degustaba el postre del día de Navidad. Tenía ocho años y la barriga a punto de estallar. Recostado sobre el sofá de casa de su abuela, se limpiaba con la manga de su camiseta la boca llena de migas y restos de alfajor. Había comido hasta más no poder. La sobremesa tenía olores a café recién hecho, mantecados consumidos y pastelillos a punto de ser devorados. La abuela movía parsimoniosamente el café mientras escuchaba a uno de sus hijos contar las anécdotas de años pasados. Todos sonreían. Pero Juanito estaba lejos de allí. No físicamente, pero quizás sí en su cabeza. Le gustaba mucho la Navidad, pero aún disfrutando de esas fiestas, no podía dejar de pensar en otra que le apasionaba. Sus primos jugaban a una consola nueva entre gritos y risas, mientras él divagaba entre las páginas del libro que tenía entre manos. Un sonoro sorbo al café le hizo levantar la cabeza hacia su abuela, que degustaba el oscuro brebaje edulcorado con unos toques de sacarina. Volvió a bajar la mirada y a sumergirse en las imágenes de su preciado tesoro. Su tía Carmela recibió un mensaje en el móvil. El tono sonaba como un villancico, pero Juanito no hizo caso, pues en su cabeza se podía escuchar la Agrupación Musical Santa María Magdalena del Arahal. Entre sus manos un libro de imágenes de la Semana Santa de Sevilla abierto por el Crucificado que ha expirado en San Julián y es contemplado por María Magdalena. Pasó la página y buscó la reseña histórico-artística que tantas veces había leído: “Crucificado en madera policromada de tamaño natural, ya muerto y con la cabeza caída, coronado de espinas, tórax acusando las costillas, paño de pureza y tres clavos. Es obra de Antonio Castillo Lastrucci (1882-1967), realizado en 1938. Su coste fue de 3500 pesetas. Mide 1’76 metros. A los pies del Cristo aparece una imagen de la Magdalena orante, toda de talla, policromada y estofada, igualmente de Castillo, de 1944. Mide 1’12 metros”. Volvió la página y se acercó para contemplar el rostro de aquella mujer que miraba al Hijo de Dios.

- Papá, ¿por qué el Cristo de la Hiniesta lleva música? – su padre dejó la taza de café sobre la mesa y se volvió para mirar a su hijo, intentando ubicar la pregunta.
- ¿El paso de Cristo de la Hiniesta...?, lleva música porque... siempre ha llevado música, ¿por qué me lo preguntas?, ¿te gustaría más que fuera en silencio? – escuchó las preguntas de su padre de lejos, pues Juanito se había perdido en aquella mirada de angustia de María Magdalena. Se había perdido en aquellas dos bellísimas lágrimas que descendían por las mejillas de esa mujer que tanto había querido a Jesús, y que ahora se arrodillaba ante Su muerte. Su rostro compungido destilaba dolor y angustia, miedo y terror al ver la pérdida de un ser querido. La mano izquierda reposaba sobre su pecho, donde mil cuchillos atravesaban su corazón, que parecía contraerse en convulsiones de ahogo, tormento y agonía, y la otra se abría en un abrazo transparente, para ofrecerle a su Maestro todo el amor que en ella había a modo de socorro y auxilio para el Mismo que la ayudó cuando iba a morir. Y su boca entreabierta... hablando.
- No – respondió Juanito – pero es que con la música no se escucha lo que María Magdalena está diciéndole al Señor.


Su precio ascendió a 7000 pesetas, a cuenta se entregó 2000. En opinión de don Juan Miguel González y de don José Roda Peña, se trata del mejor personaje secundario de la Pasión tallado por don Antonio Castillo Lastrucci.

¿Qué opinan vuesas mercedes?, ¿creéis que la Magdalena de la Hiniesta es una secundaria protagonista?, ¿se ahogaba Juanito o fue culpa de su madre?, ¿estáis de acuerdo con don Juan Miguel González y don José Roda Peña?, ¿debería ir el Santísimo Cristo de la Buena Muerte en silencio?

sábado, 22 de diciembre de 2007

Felicitación cual torrija sin vino o miel


Con la cantinela rítmica y llena de esperanza de los niños de San Ildefonso de fondo, escribo esta felicitación de Navidad para vuesas mercedes. Empiezo a reflexionar y a pensar qué os puedo decir, pero hete aquí, que la sorpresa me asalta y compruebo que la originalidad ha desaparecido de mi mente, pues en su lugar, una canción suena a lo lejos, casi un eco de palabras melódicas que se suceden en una entonación familiar. ¿'Adestos Fideles'? No. Miro la pantalla del ordenador, que reza en blanco esperando que arañe palabras transcritas de mi mente al teclado. Pero nada. Sigo escuchando esa melodía a lo lejos. Muy familiar. Hago un esfuerzo para intentar pillar esa musiquilla. Los niños de San Ildefonso lo ponen difícil. Cuando casi la tenía cantan el quinto premio. Pasa el jolgorio. De nuevo la rutina. “2735 – 1000 euros”. Papel en blanco. De fondo, dentro de mi cabeza, vuelve a sonar. Concentración. ¿'Ay del Chiquirritín'? No. No es un villancico. Será mejor olvidarlo y escribir algunas palabras para esta entrada a modo de Felicitación de Navidad. Vamos a ver: “Espero que paséis una Feliz Nochebuena y que la Navidad os traiga todos vuestros deseos”. Yo creo que ha quedado bien. Resume lo que siento... aunque queda muy insípida. Casi podría parecer una torrija sin vino o sin miel. Una torrija de saldo. Está carente de algo. Cambio de niños en la pedrea. Dos nuevas parejas traen esperanza. Aún no ha salido el Gordo. La pantalla ya no está en blanco, pero muestra dos paupérrimas líneas. Pienso acompañar la entrada con un cuadro. Don Bartolomé. Sí. Ese cuadro me encanta. “La Sagrada Familia del Pajarito”. Derrocha ternura y cariño. Amabilidad, tan característica de Murillo y de este tiempo. Amor, paz, cariño. Qué pena que solo tengamos un par de semanas para ser buenos, con lo largo que es el año. Quizás ponga una Sagrada Familia a mediados de julio. Pero ahora toca la de Murillo. La tengo en la cabeza ahora mismo. Un toque tenebrista recorre la obra. Iluminación contrastada. Luz para los personajes y sombras en su espalda. Pero lo mejor es el ambiente. Quería poner ese cuadro por la cotidianeidad que se respira. El ambiente familiar. Un hogar de clase humilde, donde María, José y el Niño son personajes profundamente humanos, ocupados en labores hogareñas y familiares que interrumpen para jugar con Jesús, con una naturalidad que sensibiliza a todo aquel que contemple la genialidad de Murillo. El Niño juega con un pajarillo llamando la atención de un perrillo, mientras San José lo tiene en su regazo y la Virgen María interrumpe su tarea de devanar lana para contemplar la escena. “55469 – 1.000.000 de euros”. El segundo premio hace enloquecer a los niños que dan el premio y a la gente que está en el salón. A mí me saca de mis ensimismamiento. Ya lo tenía pensado. Don Bartolomé Esteban Murillo sería el encargado de encabezar mi entrada. Escasa entrada, tan solo dos míseras líneas de felicitación. Y es que parece que hoy no es mi día. De nuevo la música. Esta vez me concentro. Intento hacer memoria y acercarme a esa melodía. Ya escucho la letra y no me lo puedo creer. Sonrío al comprobar que no es ninguna canción navideña. Es don Joaquín Sabina cantando con la letra de don Joan Manuel Serrat:

Miré por la ventana
Y me fugué
Con una niña que iba en bicicleta
Me distrajo un vecino
Que también..
No hacía más que rascarse la bragueta
No hago otra cosa que pensar en ti
Y nada me gusta más que hacer canciones
Pero hoy las musas han pasado de mí
Andarán de vacaciones
No hago otra cosa que pensar en ti
Pero los versos huyen de mis manos
Y es que las musas han pasado de mí
Se habrán ido con el Nano

Así estaba cuando llegó el octavo alambre. Los niños de San Ildefonso seguían su ritmo hasta que saltó el Gordo: “¡¡6381 – 3.000.000 euros!!”. Se desata la locura. La esperanza se derrama por toda España. Crece el nerviosismo. Gritos de felicidad. Lista de localidades. Ciudades afortunadas. Familias que este año gozarán de unas inmejorables Navidades. Me levanto de mi silla y compruebo mi billete. “Sigo siendo igual de rico que siempre”. Aún queda el quinto premio. Me vuelvo a sentar frente al ordenador con el Gordo en la cabeza y la fecha de hoy: 22 de diciembre. 759 años de la entrada del Rey Fernando III en Sevilla tras haber sido conquistada el 23 de noviembre. Abandono la efeméride para resignarme con mi situación y terminar admitiendo que “las musas han pasao de mi” y que “se habrán ido con el Nano”. Finalmente decido poner esa pésima felicitación de Navidad.

Y es una pena, porque lo que a mí me hubiera gustado escribir es que este humilde aguaó se llama Ramsés, que se siente muy querido por todos sus lectores, y que les agradece de todo corazón su apoyo y su cariño, y que les desea que estas fechas lleguen cargadas de felicidad y amor. Pero las musas han querido que mi felicitación sea más insulsa y quede resumida a un escueto “Espero que paséis una Feliz Nochebuena y que la Navidad os traiga todos vuestros deseos”... qué le vamos a hacer... se habrán ido con el Nano.

Un fuerte abrazo para todos y Felices Fiestas de vuestro amigo Ramsés.

martes, 18 de diciembre de 2007

Don Anselmo y la maldición


Se atusó el bigote y se acarició la barba. El Lorenzo había salido radiante ese día y don Anselmo disfrutaba del aire de la mañana. Ya había comido calentitos en el Postigo, donde Juana se luce todos los días, que para algo el Arco del Aceite es como su casa y su vecina la Pura y Limpia, aunque don Anselmo sabe que se sale cuando la noche es eterna y se convierte en Madrugá en Sevilla. Caminaba altivo y contento allí donde se unen las murallas del Alcázar con la historia de la Lonja y la antigua parada de autobuses en la esquina de la Catedral. Paseaba su barriga en cuarto creciente, que se acercaba cada vez más a la de parasceve, y es que a don Anselmo no solo le gustaban los calentitos de doña Juana, también los mantecados de chocolate, que para algo tenía el carné de rancio. Este año tendría que cambiar las correíllas del cinturón de esparto.

Con el izquierdo por delante encaminó su paso hacia la Giralda. Qué bella estaba esa mañana. A don Anselmo le encantaba pasear por los alrededores de la Catedral y contemplar la esbeltez delicada del minarete musulmán, perfectamente armonizada con el campanario cristiano. Pensaba que la combinación había sido tan extraordinaria como la fina capa de azúcar glasé que baña a un petisú por encima. Y el petisú relleno de crema estaba muy bueno, que don Anselmo lo sabía bien, pues se encargaba de no olvidar su sabor cada vez que pasaba por la puerta de la Campana. Cuando templaba el paso deleitándose con la radiante mañana los calentitos de Juana aparecieron ardientes por su garganta. Demasiado aceite en el Postigo del mismo, o tal vez el azote disimulado del aliño de adobo del cazón de anoche. Don Anselmo no se arriesgaba, que para eso tenía siempre en el bolsillo de su chaqueta una tabletita de Almax. Sacó una pastilla y se la puso en la boca con la esperanza de que la batalla se decantara a favor de la efervescencia que comenzaba a hacer efecto. Reanudó su marcha hacia la Giralda. Radiante. Tanto la Torris Fortissima como él mismo. Fue entonces cuando vio emerger una figura. Don Anselmo estaba dentro de su plenitud matutina y no había visto aquellas dos personas que se emparejaban en la esquina de la Magna Hispalensis. Tampoco había visto como habían cruzado unas palabras y una de ellas abandonaba su posición. Fue entonces cuando don Anselmo se percató. Venía hacia él a paso de mudá, la mirada de ella clavada en su persona, o quizás en su barriga, el delantal agarrado con alfileres y descosido por los bajos, lleno de lamparones, abrazaba una redondez curtida en los mejores tanques de salmuera, le seguía un mantoncillo graciosamente recogido, andando con un vaivén oscilante que le recordaba a su vecina, la Paquita, tal vez por la misma constitución. Con una sonrisa de oreja a oreja dejó ver un teclado a caballo entre la miseria y la opulencia, pues tres espacios vacíos mostraban la ausencia de habitantes, colindando con dos piezas que reflejaban el brillo dorado del oro. Cual si fuera un salteador de caminos, la gitana se encajó frente a frente, romero en mano, como si portara un rifle, y obstaculizando el izquierdo por delante de don Anselmo.

-Toma un romerito guapetón – A don Anselmo se le cambió la cara. Los ojos desorbitados y una mueca en su boca resumían la desesperación y sorpresa que le angustiaba – No habráh venío a Sevilla pa no cogé romero ¿no?, “er que pasa por el romero y no coge de él, ni sabe lo que son amore ni sabe lo que e queré”. Don Anselmo dio un paso atrás y negó con la cabeza. En su mente bullían las dudas y le asaltaban las preguntas. ¿Cómo lo había confundido con un turista?. No podía ser. Él, que lo único por lo que conocía el pan Bimbo era por ser la base de las torrijas, que sacaba su papeleta de sitio todos los años, que comía calentitos en lo de Juana y mantecados de chocolate, el mismo que degusta bacalao los viernes de cuaresma y quema incienso en su casa, que cuando llega Navidad pone el Nacimiento y se perfuma con azahar en vísperas.
-¡Señora que yo soy d’aquí!, ¡que yo prefiero el romero con Curro delante! – contestó indignado don Anselmo mientras esquivaba a la gitana con un cruce de piernas saliendo al exterior como antaño hubiera hecho Joaquín por la banda derecha.
-Será esaborío er tío... ¡Así te sarga un cardo borriquero en er sobaco! – espetó la salteadora calé mientras don Anselmo apremiaba el paso para pedir la venia de la cordura a buena hora. Su cabeza le daba vueltas. Tenía miedo. La gitana le había soltado una maldición clara y sonora, pero eso no le preocupaba. Si le salía un cardo borriquero o una tagarnina en el sobaco se la arrancaría y la cocinaría para una sopa o un caldito. A don Anselmo le preocupaba que le hubieran confundido con un turista, cuando lo más lejos que iba era a Chipiona y en agosto. Mirando de soslayo a la Giralda emprendió una chicotá hasta el Rinconcillo, donde se endosaría un vinito (o dos) para recuperar esa confianza perdida.


En mi entrada “Las letras rojas”, muchos de vosotros le dedicasteis cariñosas palabras al creador del virus, muchas de ellas me recordaron a maldiciones gitanas. El amigo Canónigo Alberico le deseó que “ojalá le entren los albañiles en su casa y se queden seis meses, mínimo”, nuestro querido Bogar le daba una recomendación, “al del virus que le entren ‘caguetas’ y se tenga que tomar el Tanaget con mangueras”. El amigo Vicenteeldelasalmendras aportó la maldición y el escenario: “Al del virus sólo decirle lo que le dijo una vez una gitana en la feria a un amigo mío cuando no quiso comprarle una flor: a ver si te salen almorranas”. Nuestro querido Tato aportó la suya, que escuchó una vez a una gitana: “Ojalá te entre un dolor de barriga que mientras menos corras más te duela y si te paras, revientas”.

¿Os han echado alguna vez una maldición gitana como a don Anselmo?, ¿cuáles son las más estrambóticas que habéis escuchado?, ¿le saldrá a don Anselmo un cardo borriquero en el sobaco?, ¿cómo sería vuestra maldición gitana?, ¿os han ofrecido romero alguna vez en las inmediaciones de la Catedral?, ¿habéis comido calentitos en lo de Juana? ...entrad y echaos un trago de agua, que el vino se lo ha pimpado don Anselmo.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Lo más duro...

Lo más duro no ha sido encontrarme con un chasis.
Lo más duro no ha sido tener que recomponer todo lo que tenía en el ordenador.
Lo más duro no ha sido perder información y documentos que no pude salvar.
Lo más duro no ha sido perder fotografías de recuerdos y momentos.

Lo más duro ha sido estar casi una semana acordándome de vuesas mercedes queridos amigos, y no poder dejaros comentarios, no poder aportar mi granito de arena y esperar... la gran espera.

Os he echado de menos.



Coldplay
- "Warning Sign"


Gracias por vuestro apoyo. El virus ha sido eliminado.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Las letras rojas

De pronto aparece. Crees que puedes solucionarlo. Al fin y al cabo no es la primera vez que pasa. Solucionado. Solo han sido unos segundos. Pero hay algo que no va bien. Empiezas a darte cuenta que quizás sea algo más grave. Pasa el día. Ninguna alarma más, pero al día siguiente... vuelven a aparecer esas letras rojas. La cosa se complica. Esto ya no es normal. Intentas solucionarlo y parece que lo has conseguido. Transcurre el tiempo y crees que todo va bien, pero la maldita señal de alarma vuelve a saltar. La desesperación crece dentro de ti y se desparrama como si fuera una bomba racimo. Te llega el temblor a todas las zonas del cuerpo. No es miedo. No es pena. Es rabia. Adrenalina apareciendo rápidamente como el sudor que perla tu frente. Unas cosquillas trepan por tu espalda. La espina dorsal se estremece y tu corazón bombea sangre con todas sus fuerzas. Se tensan los músculos y tu rostro se contorsiona en un gesto de furia. Vuelven a aparecer las letras rojas. Se complica la cosa. Parece que la solución pasa por un camino drástico. Al menos voy a actualizar mi blog y leer el de mis amigos. Pero es demasiado tarde... ya no puedes entrar en Internet. El virus se desarrolla rápidamente. Solo queda una solución: salvar documentos y programas y formatear el disco duro. Llamo a mi amigo el Capitán Planeta y le pido el favor de publicar esta entrada en su casa.


Espero solucionar el problema lo antes posible, queridos amigos. Le doy las gracias a mi querido Capitán Planeta y la enhorabuena al creador del virus, pues ha conseguido su objetivo.

sábado, 8 de diciembre de 2007

La Cieguecita

Apoyado en la reja se dejaba llevar. Don Francisco había terminado su parte y la capilla olía a pintura. Al fin estaba concluida. La contemplaba sorprendido por su belleza. A veces dudaba. Había tardado dos años en realizar todo el conjunto pero Ella... Ella era preciosa. Dudaba si había sido realmente obra suya o si Dios había intervenido para crearla a través de sus manos. Ya había escuchado comentarios de personas que habían tenido la oportunidad de verla... “para la belleza de esta efigie parece le ayudó con la suya la que es dueña de la gracia”, solían decir, o “es tan bella, que con la modestia y gravedad, devoción y hermosura, vivifica las almas de quien la mira”.

Recordaba todo lo ocurrido en Sevilla en aquellos días. El culto y la devoción a la Inmaculada eran muy intensos y sentidos por el pueblo. Desde principios del siglo se formaron numerosas asociaciones religiosas que rendían culto a la Concepción Purísima de la Virgen y, por ello, en 1604, el Arzobispo de Sevilla instituyó el 8 de Diciembre como día de precepto en honor a la Inmaculada, consagrándose así su devoción de forma profunda en el sentir local, devoción que aumentó considerablemente con el paso de los años. Pero sabía que el detonante había surgido el 8 de septiembre de 1613, cuando un fraile dominico defendió en su sermón que María “había sido concebida como ustedes y como yo y como Martín Lutero”. La postura del predicador dominico y de sus hermanos de religión, que se negaban a comenzar los sermones con la invocación que ya empezaba a generalizarse, “Bendita sea la Inmaculada Concepción...”, indignó a la ciudad y el pueblo sacó unas coplas contra el predicador dominico que recordaba bien.

Aunque le pese a Molina
Y a los frailes de Regina,
Al prior y al provincial,
Y al padre de los anteojos,
Sacados tenga los ojos,
María fue concebida,
Sin Pecado Original.




Pero la lucha fue más allá y no sólo se quedó en una chanza. Mateo Vázquez de Leca, canónigo y arcediano de Carmona, al que conocía bien tras su encargo del Cristo de la Clemencia, y Bernardo del Toro, se trasladaron a la corte, que se hallaba en Valladolid, para convencer a Felipe III que tomara parte en el asunto. El rey puso de su parte todo lo posible para que se proclamara el dogma y favoreció y apoyó el viaje a Roma de los dos comisionados sevillanos. El dogma no se definió, aunque se concedió plena libertad para seguir la opinión pía. Esto fue suficiente para que al recibirse en Sevilla, en octubre de 1617, la bula papal, se desbordara el entusiasmo, con repique, luminarias, novenas y celebraciones religiosas, certámenes literarios, corridas de toros y otros festejos. Desde entonces la imagen de La Inmaculada se había convertido en una bandera que enarbolar.

Se acordaba del momento en que contrató la obra. Hacía tan solo tres años, en 1628. Los patronos de la capilla, doña Jerónima Zamudio y don Francisco Gutiérrez de Molina, habían conocido las dos obras anteriores, dos bellas Inmaculadas que había tallado. Una de ellas para la parroquia del Pedroso, en 1606, y otra en 1625 para el Convento de Santa Clara. Don Francisco y doña Jerónima querían una Inmaculada para su capilla que tuviera similares características y que se ajustara a las opiniones que luego dejará don Francisco Pacheco por escrito, cuyo punto de partida se halla en la versión narrada por Juan en el Apocalipsis. Pero había conseguido superarse a sí mismo. La policromía corría a cargo de don Francisco Pacheco y don Baltasar Quintero, que fueron contratados el mismo año. Había trabajado otras veces con Pacheco, lo conocía y eran buenos amigos. También conocía a su yerno, un pintor envidiable que se acababa de marchar a la Corte, donde se había convertido en pintor del rey Felipe IV. El joven don Diego, con el que también mantenía buenas relaciones.


Recordaba paso a paso como había ido creando aquella maravilla que ahora bajaba la mirada, sin poder mirarle a los ojos. La contemplaba apoyado sobre su hombro, que comenzaba a entumecerse, y sentía el frío de la reja atravesar el jubón. Aunque al mirar a su rostro un escalofrío le recorría el cuerpo. Tal vez fuera aquella Catedral de techos altos y oscuridad eterna. Se irguió y dio unos pasos atrás hasta encuadrar su talla. Era magnífica. Grave, solemne, delicadísima de facciones, mostrando un intenso recogimiento interior, de actitud recatada, patente en la mirada y en la elegante disposición de las manos, que apenas se rozan en la punta de los dedos. Había resuelto de manera extraordinaria el equilibrio, gracias al giro de cabeza hacia la derecha y las manos hacia la izquierda, que además, indicaban movimiento. Recordó cómo había realizado todo el proceso. La iba desbastando y estaba abultada para irla perfeccionando. Poco a poco. Casi mimándola. Acariciándola con la gubia. Empezaba a pensar que Dios había tenido algo que ver en tanta perfección. Tenía especial apego a un ideal de belleza lleno de equilibrio que se traduce en actitudes serenas, pero provistas de una gran fuerza interior que las hace verosímiles. Aunque en esta ocasión era una obra más humana, que se acerca al pueblo, que se relaciona con el pueblo, la Virgen María fue humana, de carne y hueso, y era eso lo que quería representar. Y lo había conseguido. Tan solo le faltaba hablar. Bajando su mirada recatadamente, como era costumbre en las jóvenes de la época, que no debían mirar fijamente a los caballeros. Sonrió. Era una joven bellísima.

Sintió una mano en el hombro y se giró sobresaltado. Era don Francisco Pacheco. Le sonreía. Estaba tan embobado con su creación que no le había escuchado llegar.
- Es magnífica amigo. Posee una iconografía perfectamente estudiada. Hay en esta escultura un perfecto equilibrio entre el mensaje a representar y la materia que lo exhibe. Nada falta y nada sobra. Representada con 15 años de edad, aparece sobre escabel de nubes con tres ángeles querubines, símbolo de la Trinidad, y la luna en cuarto. Las doce estrellas que coronan su cabeza es emblema de unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento: las doce tribus de Israel y los doce Apóstoles. La policromía escogida es el blanco y azul. El blanco simboliza la pureza, pura y sin mancha, y el azul, el universo como manto.

La voz de don Francisco sonaba achacosa, tal vez por la inhalación continua de los malos humos de pinturas y barnices, o tal vez por el peso de sus 67 años. El viejo pintor le sonrió.
- ¿Vamos o prefiere vuesa merced quedarse a contemplar su obra?
- Ahora voy don Francisco. Adelántese vos.


Se acercó hasta el borde de la capilla. La reja estaba abierta. Entró hasta situarse bajo la mirada esquiva de aquella Madre de Dios que había creado con sus manos. “Para la belleza de esta efigie parece le ayudó con la suya la que es dueña de la gracia”. El silencio le envolvía ruidosamente. Entonces bajó la mirada y se contempló sus manos... ¿le habría ayudado Dios? Se alejó de su Inmaculada lentamente, sin mirar atrás, mientras el eco titubeante de las velas de la capilla alumbraba el suelo terroso. No sabía don Juan Martínez Montañés, que con el paso del tiempo, la Historia y el Arte acordarían en llamarlo el 'Dios de la Madera', y a su Inmaculada La Cieguecita...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

De turrones y mantecados

La vio acercarse, tambaleándose por el temblor del autobús. Se acababa de subir, cargada de bolsas con paquetes envueltos. Iba de un lado a otro, agarrándose como podía a las barras. En cada dedo, amoratados por la presión, una bolsa. Una rebeca se ajustaba como podía al contorno de aquella mujer, de constitución gruesa, que poseía una frente despejada, perlada por el sudor y el esfuerzo, que encabezaba un rostro de edad avanzada, quizás en su séptima década. Llegó como si fuera un borracho al despuntar el alba, dando tumbos:

- Buenah – resolló en un medio suspiro, de alivio al alcanzar el asiento.
- Hola – respondió la muchacha disimulando una sonrisilla de sorna, al comprobar como aquella mujer se acercaba más a un árbol de navidad ambulante que una septuagenaria señora.
- Ojú hija, esto de loh Reyeh me tiene a maltrae. Con lo que me gusta a mi regalá... esto no puede sé. Mira toas lah bolsah que traigo – señaló con la barbilla la gruesa mujer – y ¡mira, mira loh deoh! – instaba la señora mostrándole las marcadas manos, en las cuales se cruzaban las señales rojas de la presión de las asas.
- Es que ya va siendo hora. La Navidad está a la vuelta de la esquina – dijo sonriendo la muchacha.
- ¡¡La Navidá llega ahora anteh que nunca!! – replicó la señora, mediando entre la sorpresa y el disgusto – dehde primeros de octubre hay turrón en el Día. Cuando yo era shica, er portá de Belén se ponía el día de la Inmaculada, y era entonse cuando empesaba la Navidá. Pero ahora... – y acompañó esas últimas palabras con un movimiento negativo de la cabeza de un lado a otro.
- Eso es el consumismo señora – agregó la muchacha.
- ¡Amo que a mi me guhta mucho la Navidá, lah cosah como son! Pero creo que a esta gente se l’aido de lah manoh lo de vendé. Er tío de lah castañah se pone anteh. Lah luse der Cortinglé cada vé aparesen anteh... ¡oish er Cortinglé! Macuerdo yo cuando ponían unoh muñecoh que se movían y loh shiquilloh delante cantando... ¡ay! ¿cómo era eso?...
- ¿Cortilandia?
- ¡¡ESO!! Ahora que cuando yo era shica eso no existía ni ná. Ni el tío gordo ese de rojo y blanco.
- Papa Noel.
- ¡¡Ese!! Eso e de los americanoh. Aquí de toa la vida han sio loh Treh Reyeh Magoh. Y así vengo yo hija. Cargaíta. Pero dehpué le ve una la carita a loh shiquilloh... ¡y le dá una alegría! Y eso que la paguita que ma quedao e una miseria. A mi me debía tocá la lotería, la que le tocó el año pasao ar Der Nido – la muchacha se encogió de hombros, observando a la señora con gesto contrariado y los ojos abiertos en forma de interrogación – shiquilla er presidente der Sevilla ¡bueno dá iguá! A mi es que me tira má er Sevilla sabeh hija, pero miarma tengo dos hijoh der Beti y dos der Sevilla, así que tampoco puedo... tu sabeh. Lo que pasa que mi mario era der Sevilla... – la muchacha le sonrió, mientras el autobús seguía su curso.
- No puede usted decantarse de un lado o de otro ¿no?, ¿tiene que equilibrar la situación?
- ¡Eso é!, pa que no se enfade nadie hija... ¿tú no ereh daquí no?
- Yo no. Estoy estudiando aquí, pero cuando termine los exámenes vuelvo a mi ciudad. Soy de Salamanca.
- Ya lo desía yo... ‘que bien habla esta shiquilla, tiene que sé de por ahí’ – le sonrió la señora. La muchacha contemplaba los ojos de la señora, que desvelaban los setenta y pico años debía tener, aunque rebosaba vida.
- Estoy estudiando aquí con una beca.
- Aro. Mira que bien. Y vuerve pa Navidá a tu casa ¿no?, como er del anuncio der turrón – la muchacha sonrió.
- Claro.
- Eso e mu típico de la Navidá. Er turrón y los mantecaoh. Yo ya he comprao mantecaoh, porque mi nieta se va de viaje y está vendiendo. Loh der Patriarca. Estan mu bueno, pero yo no me loh como tó, que ademá tengo asuca... y ya mihmo está aquí la Noshebuena, y ¡noh pegamoh un lote de comé!... pero bueno, pa eso e Navidá, que ya mihmo hay que cogé la pandereta y cantá villansicoh. Y luego lah uva... y cuando te venga dá cuenta loh Reyeh. Menoh má que yo ya he comprao los regaloh – el autobús avanzaba de parada en parada y se acercaba al destino de la muchacha.



- La siguiente es la mía.
- Po mu bien. Oye estoy dándole vuerta... ¿tú como sabíah lo de loh muñecoh der Cortinglé?
- Porque en Salamanca también había un Corteinglés – le sonrió cariñosamente la muchacha.
- Yo ehque no he estao nunca en Salamanca hija. Con loh viejoh fui a Galisia, con lo del Inserso, pero a Salamanca no he io toavía. Pa que vea que la Navidá llega a tó laoh – la muchacha se levantó y solicitó la parada.
- Bueno señora, encantada. Yo me bajo aquí. Que lo pase usted muy bien en las Navidades y no coma muchos mantecados.
- A mí me guhtan musho loh mojonsito de perro, pero er turrón me vuerve loca. Bueno hija, que paseh unah felise fiehtah – le sonrió amablemente la señora. La muchacha se quedó mirándola y le ofreció una amplía sonrisa.
- Igualmente. Adiós – dijo mientras se abrían las puertas del autobús.
- Adioh miarma – se despidió la señora alzando la mano.
- Buenoh díah, o buenah tardeh ya – escuchó a su lado la de las bolsas, que aún no se había vuelto de despedir a la muchacha, cuando el sitio lo ocupó una señora de avanzada edad que se había subido en la misma parada en la que la joven se había apeado. La nueva inquilina del asiento venía cargada de paquetes y... bolsas.
- Buenah tardeh... loh regaloh pa loh Reyeh ¿no?
- Digo. Vengo molía... pero con lo que me guhta a mi regalá - la señora que había conocido a la muchacha le sonrió con sorpresa.
- ¡Y a mí!


La Navidad está cerca... ¿o ya ha llegado? Siempre he dicho que cuando aparece “Last Christmas” de Wham! en la radio o “En la Puerta del Sol” de Mecano, la Navidad ya ha llegado... ¿qué más cosas forman la Navidad?, ¿cuáles son los elementos y detalles que la completan?, ¿os gusta la Navidad?, ¿Reyes Magos o Papa Noel?, ¿árbol o Belén?, ¿lotería o participación?, ¿”Last Christmas” o “En la Puerta del Sol”?, ¿SMS o crismas?, ¿turrones o mantecados? ...como siempre os ofrezco una buena jarra de agua fresca... y en esta ocasión hay que bajar los turrones o los mantecados.

lunes, 3 de diciembre de 2007

El Hundimiento

Ya estamos a cuatro puntos de la salvación...



¿Se consumó ayer el hundimiento?, ¿que opináis de la elección de Paco Chaparro como nuevo entrenador?, ¿es justo que se coma el marrón o es la persona ideal?, ¿seguirá el Betis B con su proyección o bajará el rendimiento? ...y lo más importante ¿nos salvaremos?

Ayudadme a salir de este pozo de angustia verdiblanca. Echaos un trago...

viernes, 30 de noviembre de 2007

Secundarios Protagonistas: el Pelícano del Cristo del Amor


“de madera de sedro, que ha de llevar cuatro evangelistas y cuatro historietas metidas en sus tarjas, con dos ángeles a los lados de las historias y cuatro ángeles a las esquinas, toda entallada y un pelicano al pie del Santo Cristo”



Pasa el Amor y pasan las penas. El mundo se detiene. Se para el tiempo para contemplar como acaba de expirar el Hijo de Dios. Como avanza por las calles de Sevilla; “...para que unas negras filas de nazarenos con el esparto en sus cinturas den escolta a un Dios, que es Dios del Amor...”, que diría Rafael Belmonte García en su Pregón de 1977. 'Izquierda alante, derecha atrás'. Gira el Amor. Silencio en la noche sevillana. Se perfila la espalda del Crucificado de Juan de Mesa. Palabras Mayores de un contrato del 13 de mayo de 1618: “una hechura de un Cristo Crusificado, que tenga de largo dos baras, antes mas que menos, medido desde el calcañal del pie hasta la punta del cabello, de madera de sedro y la cruz en que a de yr crusificado a de ser de borne...”, que se hicieron realidad el 4 de junio de 1620. Gira el que fuera bautizado por el profesor Hernández Díaz como “Lacoonte Cristiano”. Y es entonces cuando aparece. A los pies de la cruz. Acompañando al Amor. El Pelícano.

Obra de Francisco Antonio Gijón, el Pelícano entraba dentro del contrato que firmó la Hermandad con el escultor para realizar el paso del Santísimo Cristo del Amor en 1694, que junto al del Gran Poder, es de los más antiguos que procesionan en la Semana Santa sevillana. Simboliza el Amor de Dios, que se entrega hasta morir por la humanidad.

En el diario El Mundo publicó José Antonio Gómez Marín un interesante artículo sobre la simbología de este animal, que podemos encontrarlo en la “Antología Literaria de la Semana Santa”, selección editada por Paco Robles, o en la “Guía Apasionada de la Semana Santa”, de Antonio Burgos, y no hace mucho, nuestra querida María Azahar nos facilitaba en su blog la teoría de Fernando Martínez Maciel.


¿Creéis que el Pelícano del Cristo del Amor es un secundario protagonista?, ¿lo descubristeis vosotros mismos o alguien os lo enseñó?, ¿sabíais la gran simbología que encierra?, ¿es un detalle o un elemento importante? ...las cántaras están fresquitas. Echaos un trago...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Tres para una


El siglo XVIII representa, al menos hasta 1790, un período de esplendor en la historia de la Hermandad, que coincide con el asentamiento en su capilla propia en la iglesia conventual de Nuestra Señora de Consolación, conocida popularmente como Los Terceros, donde la Historia hace referencia a los mejores años.


Ahora se encuentran en tierra de nadie, una capilla en Los Remedios que pertenece a Altadis, empresa que se desmantelará completamente en diciembre, desapareciendo administrativamente del terreno, por lo que a partir del 1 de enero pasará a manos del Ayuntamiento. La Hermandad de las Cigarreras ya vive momentos de angustia actualmente, con un guardia de seguridad en la puerta que tiene que interrogar a todo aquel que quiera entrar a la capilla, y sin saber que será de su futuro, aunque el deseo es quedarse en Los Remedios.

Sin embargo, esta Hermandad posee capilla propia en Los Terceros, como he citado anteriormente, por lo tanto, esta serie de acontecimientos pueden dar una carambola rocambolesca que de como fruto siete pasos en una iglesia, La Sagrada Cena, Las Cigarreras y La Exaltación: tres para una.


Las cosas se complican para La Exaltación que, exiliada en San Román ante el estado de Santa Catalina, ve complejo volver a salir este año de Los Terceros, debido a que no hay espacio... ¿o sí?, ¿qué opinan vuesas mercedes?, ¿se abrirán las puertas de Los Terceros cuatro veces la tarde del Jueves Santo?, ¿se solucionará el problema de Las Cigarreras, y por tanto, el problema de La Exaltación?, ¿de dónde podrían salir 'Los Caballos' en caso de que se produjera la mudanza cigarrera?, ¿coincidirán las tres Dolorosas bajo un mismo techo?...


...la imagen desde luego sería impresionante. Bebed agua si tenéis sed...

Fotografías gracias a Roberto Villarrica

domingo, 25 de noviembre de 2007

El mobiliario según Allen Jones

1969, el Arte Pop inunda Inglaterra y el artista Allen Jones decide crear unas esculturas que daran mucho que hablar...



Mujer-Silla, 1969 - Allen Jones


Mujer-Mesa, Mujer-Perchero y Mujer-Silla, 1969 - Allen Jones


¿Obra de Arte o provocación?

sábado, 24 de noviembre de 2007

'No-One But You'

Brian May llegó a decir que Freddie estaba diciendo adios en esta canción. Fue su último videoclip...




A veces tengo la sensación
De que vuelvo a los viejos tiempos - hace mucho
Cuando éramos niños, cuando éramos jóvenes
Las cosas parecían tan perfectas - ¿sabes?
Los días eran interminables, estábamos locos - éramos jóvenes
El sol siempre brillaba - sólo vivíamos para divertirnos
A veces parece como si últimamente - ya no lo sé
El resto de mi vida sólo ha sido un show

Aquellos eran los días de nuestras vidas
Las cosas malas en la vida eran tan pocas
Aquellos días ya han pasado pero una cosa es cierta
Cuando miro y compruebo que todavía te quiero

No puedes retroceder en el tiempo ni invertir las mareas
¿No es una pena?
Me gustaría volver a subir a una montaña rusa
Cuando la vida sólo era un juego
Es inútil sentarse y pensar en lo que hiciste
Cuando puedes relajarte y disfrutarlo a través de tus hijos
A veces parece como si últimamente, ya no lo sé
Mejor ponerse cómodo y déjarse llevar por la corriente

Porque éstos son los días de nuestras vidas
Se han esfumado con la levedad del tiempo
Estos días ya han pasado pero algunas cosas permanecen
Cuando miro y compruebo que no ha cambiado nada

Aquellos fueron los mejores días de nuestras vidas
Las cosas malas eran tan pocas
Aquellos días ya han pasado pero una cosa es cierta
Cuando miro y compruebo que todavía te quiero
Todavía te quiero


Posteriormente, con motivo del disco Queen Rocks, los miembros de la banda le dedicarían una canción.




Una mano sobre el agua
Un ángel alcanzando el cielo
¿Está lloviendo en el cielo?
¿Quieres hacernos llorar?
En todas partes están rotos los corazones
En cada solitaria avenida
Nadie podría alcanzarlos
Nadie excepto tú
Uno por uno
Sólo los buenos mueren jóvenes
Sólo están volando demasiado cerca del sol

Y la vida continúa
Sin ti...
Otra situación delicada
Me ahogo en el Blues
Y me encuentro pensando
Bien - ¿Qué harías tú?
¡Sí!, una operación como esta
Para siempre pagando cada deuda
Demonios, tú creaste una sensación
Encontraste un camino a través - y
Uno por uno
Sólo los buenos mueren jóvenes
Sólo están volando demasiado cerca del sol
Nosotros recordaremos
Para siempre...
Y ahora la fiesta debe terminar
Creo que nunca entenderemos
La razón de tu marcha
¿Era esta la manera en que estaba planeada?
Y bendecimos otra mesa
levantamos nuestras copas una vez más
Hay una cara en la ventana
Y nunca, nunca diciendo adiós...
Uno por uno
Sólo los buenos mueren jóvenes
Sólo están volando demasiado cerca del sol

Llorando por nada
Llorando por nadie

Nadie excepto tú





Freddie Mercury
5-9-46 / 24-11-91

miércoles, 21 de noviembre de 2007

"La Sombra del Viento"

"Un amanecer de 1945, un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la ciudad vieja: El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambia el rumbo de su vida y le arrastra a un laberinto de intrigas y secretos enterrados en el alma oscura de la ciudad. La Sombra del Viento es un misterio literario ambientado en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, desde los últimos esplendores del Modernismo hasta las tinieblas de la posguerra".


Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) es uno de los novelistas europeos de mayor proyección en todo el mundo. Debuta en 1993 con El príncipe de la niebla y posteriormente publica otras tres novelas dirigidas al púbico juvenil: El palacio de la medianoche, Las luces de septiembre y Marina. En el año 2001 da el salto a la narrativa para adultos y publica La Sombra del Viento, que se ha convertido ya en el mayor éxito mundial de la novela española. Sus obras han sido traducidas a más de treinta lenguas y publicadas en más de cuarenta países, obteniendo numerosos premios internacionales y conquistando a millons de lectores.


Me ha encantado. Es una novela extraordinaria... pero mejor dejar que los expertos la analicen:

'Una de esas raras novelas que combinan una trama brillante con una escritura sublime' - Sunday Times

'Una obra maestra popular, un clásico contemporáneo' - Daily Telegraph

'El mejor libro del año. Irresistible. Es erudito y accesible a todo el mundo, se inscribe en la gran tradición de novelas de aprendizaje en las que los secretos y maleficios se suceden como muñecas rusas' - Le Figaro

'García Márquez, Umberto Eco y Jorge Luis Borges se encuentran en un mágico y desbordante espectáculo, de inquietante perspicacia y definitivamente maravilloso, escrito por el novelista español Carlos Ruiz Zafón' - The New York Times

'Indiscutiblemente, La Sombra del Viento es maravillosa. Una construcción argumental magistral y meticulosa con un extraordinario dominio del lenguaje... Una carta de amor a la literatura, dirigida a lectores tan apasionados por la narrativa como su joven protagonista' - Entertainment Weekly

'La Sombra del Viento anuncia un fenómeno de la literatura popular española' - La Vanguardia

'Si alguien pensaba que la auténtica novela gótica había muerto en el siglo XIX, este libro le hará cambiar de idea. Una novela llena de esplendor y de trampas secretas donde hasta las subtramas tienen subtramas. En manos de Zafón, cada escena parece salida de uno de los primeros films de Orson Welles. Hay que ser un romántico de verdad para llegar a apreciar todo su valor, pero si uno lo es, entonces es una lectura deslumbrante' - Stephen King

'Las páginas de Ruiz Zafón ensimisman durante dos días a cuantos deciden leerlas. El talento narrativo de este hombre arrasa' - El Mundo

'Una vez más he hallado un libro que prueba cuán maravilloso es sumergirse en una novela rica y larga... Esta novela lo tiene todo: seducción, riesgo, venganza y un misterio que el autor teje de forma magistral. Zafón aventaja incluso al extraordinario Charles Dickens' - The Philadelphia Enquirer

'Pura magia, no hay otra forma de describir esta novela. Historia y escritura, trama y carácter, personajes y perfiles, todo adecuadamente. Nunca puedes abandonar sus más de quinientas cautivadoras páginas, llenas de suspense. Su escritura es especial como el aroma de un perfume que se va esparciendo, seductor y sensual. Y este aroma dura mucho tiempo' - Hamburger Abendblatt

'Tremendamente bueno... su historia está redondeada de un modo impresionante. Humor, terror, política y romance están muy bien dosificados... y el efecto de conjunto es del todo satisfactorio. Zafón, ex guionista, es particularmente bueno en el contraste y el ritmo: las más de quinientas páginas del libro pasan con increíble rapidez' - Sunday Telegraph

'Todo en La Sombra del Viento es extraordinariamente sofisticado. El estilo deslumbra, mientras la trama se trenza y se desenreda con una gracia sutil... La novela de Zafón es atmosférica, seductora y de lectura recomendable' - The Observer

'Todos los que disfruten con novelas terroríficas, eróticas, conmovedoras, trágicas y de suspense, deberían apresurarse a la librería más cercana y apoderarse de un ejemplar de La Sombra del Viento. De verdad, deberían hacerlo' - The Washington Post

'Una obra ambiciosa, capaz de conjugar los más variados estilos (desde la comedia de costumbres hasta el apunte histórico, pasando por el mismo misterio central) sin perder por ello un ápice de su poder de fascinación' - Qué Leer

'Absorbente, imaginativa y sólidamente construida. El placer de recuperar con la lectura al eterno adolescente que todos llevamos dentro' - El Periódico

'Lo dejarás todo de lado y leerás a lo largo de la noche entera; no querrás abandonar La Sombra del Viento hasta que hayas llegado al final' - Joschka Fischer (vicecanciller alemán)

'La Sombra del Viento cuenta con todo lo que necesita una gran historia: amor, traición, muerte, odio y amistad. No es extraño que se haya convertido en el libro del año' - Berlin Literatura Critique

Y vuesas mercedes... ¿han leído La Sombra del Viento?, ¿qué opinan de esta obra de Arte?, ¿os ha gustado?, ¿estáis de acuerdo con alguna de las opiniones?...el frío nos asaltó sin mediar palabra, aún así, el agua siempre es necesaria, así que... echaos un trago

domingo, 18 de noviembre de 2007

La tua gamba

“Soltanto la tua gamba ha piú valore dal mio San Cristóforo”




Con un abanico en alto se acercó hasta el crucero. La seguía un grupo de personas con acento gallego. Comenzó la explicación del Monumento funerario a Cristóbal Colón. Alguien señaló al portador que representaba a Castilla.
- ¿Ha metido barriga?
- Sí y se estaba fumando un cigarrillo también – respondió su marido con mirada que oscilaba entre la incredulidad y la sorna. La guía finalizó la explicación del mausoleo del descubridor de América y se dirigió hacia el Altar de la Concepción, a la derecha de la Puerta del Crucero. Siempre con el abanico en alto, aunque el recorrido fuera tan solo de unos pasos. Se detuvo ante la fantástica reja renacentista diseñada por Hernán Ruiz II.
- Y este es el cuadro de ‘la Gamba’.
- Otra que lo llama por su leyenda.
- ¡Cállate! Al final se van a dar cuenta – una joven que se apoyaba en el pedestal del mausoleo giró la cabeza. Le había parecido ver moverse los dedos de una de las esculturas. “Cansancio”, pensó. Volvió la mirada y siguió prestando atención a la mujer que comenzaba a comentar el cuadro tras explicar la reja.
- ...y concluida por Pedro Delgado en 1562. El retablo fue donado por el chantre D. Juan de Medina y es obra del pintor Luis de Vargas en 1561. La pintura principal representa una "Alegoría de la Inmaculada Concepción", también llamada "La Genealogía de Cristo". La composición de esta obra se inspira parcialmente en un original del italiano Giorgio Vasari. Los personajes que aparecen en torno al árbol de Getsé son los distintos eslabones genealógicos desde Adán hasta la Virgen. En los laterales del retablo figuran pinturas de "San Pedro" y "San Pablo", mientras que en el banco aparece una representación de "La Iglesia Triunfante", flanqueada por el "Retrato del Chantre Medina" y su escudo de armas. No obstante, el cuadro principal es el más famoso. Quizás por la leyenda que encierra, que hace que sea conocido como el cuadro de la Gamba. Esto es debido a que, cuando Mateo Pérez de Alesio estaba creando el monumental "San Cristóbal" que tenemos enfrente, se bajaba de la escalera en la cual trabajaba para descansar y se acercaba a este Altar, para contemplar el progreso de Luis de Vargas en su cuadro. Al ver el espectacular escorzo de la pierna de Adán que figura en primer término, Pérez de Alesio le dijo a Vargas “solamente tu pierna tiene más valor que todo mi San Cristóbal”.



- Con lo bien que iba... ya ha metido ‘la gamba’. Nunca mejor dicho.
- ¡Te quieres callar!
- ...sigamos hacia la Capilla de la Antigua – la comitiva se alejó del crucero para adentrarse en el corazón de la capilla aledaña, precedida siempre por su guía con abanico en alto, similar a la Victoria de Samotracia.
- No me puedo callar. Siempre dicen lo mismo y no es verdad – la irritación de la escultura del portador que representaba a Castilla crecía por momentos.
- ¿Tú estabah aquí pa sabé la verdá ni ná ? – espetó Navarra, que los años en la capital andaluza lo habían dotado del acento típico.
- Eso es cierto. Nuestra creación y nacimiento data de 1891, cuando nuestro padre, Antonio Mélida, nos creó con destino a Cuba – saltó León.
- De acuerdo. Lleváis razón. Nacimos en 1891 y hasta unos años después no nos instalamos definitivamente aquí. Pero he visto pasar a muchos expertos. Sabios de verdad. Hombres que portan el conocimiento de forma tan elegante como nosotros los restos de Don Cristóbal. Recuerdo a uno de ellos. Sigue pasándose por aquí de vez en cuando. En ocasiones viene con algunos alumnos, y otras veces solo – Castilla sonreía.
- ¿Güeno y que pasa? Sigue cojoneh – Navarra parecía intrigado.
- Muchas veces pienso que os vais de mi lado cuando no me doy cuenta – respondió Castilla sorprendido ante la curiosidad de Navarra, cuya cercanía era suficiente para que él también hubiera escuchado a ese hombre del que hablaba. Sin embargo, el interés de éste y el silencio de León y Aragón hizo que soltara un suspiro y comenzara a contar la teoría de aquel hombre.
- Luis de Vargas pasó la mayor parte de su vida en Italia. Nació hacia 1505-1506, siendo su padre Juan de Vargas. Con veintiún años viajó al país transalpino, residiendo fundamentalmente en Roma, ciudad en la que estuvo entre 1527 y 1534, siendo probable que en esta última fecha volviera a Sevilla. Sin embargo en 1541 volvió de nuevo a Italia, pero ya había iniciado el retablo del Altar de la Concepción, según Francisco Pacheco a raíz de la dotación de su capilla en 1536, así pues, se interrumpió hasta su vuelta, que data hacia el año 1549, falleciendo en 1567. Seis años antes concluía y firmaba el cuadro principal. Para la composición de esta pintura, e igualmente en la plasmación de su contenido ideológico, Vargas tuvo en cuenta un grabado que reproducía una obra de Giorgio Vasari, pintada para la Iglesia de los Santos Apóstoles de Florencia, entre 1540 y 1541, fechas que indican que la pintura no se realizó antes de realizar su segundo viaje. Y bueno señores, de la pintura poco puedo decir que no sepáis ya. Se desarrolla un profundo argumento simbólico que arranca de Adán y Eva, quienes transmiten el pecado original a través de sucesivas generaciones señaladas por el árbol de Getsé, interrumpiéndose esta herencia al llegar hasta la Virgen María que nació libre de él.
- ¿Y qué tiene que vé eso con que Pérez de Alesio bajara de la escalera a vé como pintaba Vargas? – la impaciencia por conocer el verdadero sentido de la leyenda apremiaba a Navarra, o tal vez los deseos de conocer la verdad, aunque quizás también fuera el miedo a perder el encanto de la fábula.
- Mateo Pérez de Alesio concluyó el San Cristóbal en 1584. Luis de Vargas había fallecido diecisiete años antes. Todo eso sin contar que los cuadros solían realizarse en el taller del artista – Castilla sonreía con aire triunfante.
- ¿Y eso impedía que Pérez de Alesio bajara a contemplar en silencio la gran creación de Luis de Vargas? – Aragón formuló la pregunta de soslayo pero con alevosía. Sin previo aviso.
- Al menos no hablaron mientras pintaban. Eso es mentira – dijo Castilla sorprendido y casi indignado por la posibilidad que proponía Aragón, que había permanecido en silencio todo el tiempo.
- ¿Quién dice que hablaron? Mateo Pérez de Alesio bajó de la escalera para descansar. Quizás estaba mareado de tanta altura y asqueado por el fuerte olor de la pintura. En el silencio del templo, un silencio que nosotros conocemos muy bien, se acercó al Altar de la Concepción, que titilaba en el halo de luz quejumbrosa que le ofrecían un par de velas. Ante él, en silencio y entre penumbras cortadas por el vaivén de la luz, es muy probable que el pintor italiano se dejara atrapar por el maravilloso escorzo que ofrece la pierna de Adán, y ante tanta perfección y belleza, dijera “soltanto la tua gamba ha piú valore dal mio San Cristóforo”. Y he ahí como tomó forma la leyenda – todos callaron ante la hipótesis de Aragón. Solo Navarra se atrevió a preguntar algo.
- ¿Dehde cuando sabe este italiano? – dirigiéndose hacia León y señalando al portador aragonés.
- Muchos años escuchando guías italianos amigo Navarra – respondió Aragón.
- Aún así... leyenda al fin y al cabo – apostilló Castilla sin dar su brazo a torcer.
- ¿Y qué Castilla? Las leyendas forman parte de Sevilla. Hace poco escuché una a un hombre que paseaba un carrito con dos niños pequeños ante nosotros. Comentaba que conocía a dos esculturas que hablan en la Plaza de San Francisco. Él las llamaba Herculito y Trajano. Al parecer entablan interesantes conversaciones y se atreven a realizar salidas nocturnas y todo... quién sabe... ¿acaso no estamos hablando nosotros ahora mismo? – Aragón dejó caer la pregunta.
- Quillo eso e verdá... nosotroh podríamoh salí de veh en cuando – sonreía Navarra. Un grupo de turistas se acercaba rápidamente hacia ellos. Abría la expedición un señor mayor que portaba un paraguas pequeño de color azul marino en alto.



- Señores, se acabó la tertulia – atajó León.
- Y tú mete barriga anteh de que lleguen – sugirió en tono irónico y tras una sonrisilla Navarra a Castilla.
- A ver como empieza éste – escudriñó Castilla al comprobar que el grupo iba directamente hacia el Altar de la Concepción.
- Éste es el cuadro de ‘la Gamba
- Otro...

jueves, 15 de noviembre de 2007

Luto por San Juan de la Palma


Nieve viva sientiéndose morena,

Luz de luna volviéndoseme cirio,

Azucena poniéndoseme lirio,

Soberana Señora de la Pena.


Ojos de sevillana nazarena,

pecho de rosas rojas de martirio,

cuerpo de nube en forma de delirio,

alba en la frente y noche en la melena.



Cima de las más altas hermosuras,

simas de las más hondas amarguras,

Palma de luz, Panal de maravilla.



Dolorosa doncella delicada.

Gloria de un pueblo. Reina Coronada.

¡Virgen de la Amargura de Sevilla!

Fragmento de texto del pregón de Antonio Murciano

lunes, 12 de noviembre de 2007

El último tren...

Sentada en la cafetería se dio cuenta. Su mirada absorta se perdía en los posos del café. O quizás más allá. No sabía que la primavera duraba un segundo, pero ahora se había dado cuenta. La melancolía se apoderaba de ella mientras recordaba los buenos momentos que habían pasado juntos. Tal vez era verdad aquello de que había trenes que tan solo pasan una vez. Con su sombrero amarillo y su abrigo verde de terciopelo se veía reflejada en el eco de recuerdos que se habían largado con el último tren. El mismo que había perdido.




Edward Hopper
- Automat (Autómata)

Con delicadeza cogió la taza con la mano desnuda y sintió el calor del humeante café. Lo acercó hacia ella mientras la soledad la envolvía. Vagaba entre sus idas y venidas de aquello que pudo haber sido y nunca fue. De aquella lumbre encendida en el abrigo de la esperanza. De pronto el tiempo se paró y se dio cuenta que residía en la estación del olvido, de donde ya no podría salir. Estaba atrapada en aquella cafetería donde siempre era de noche, donde el desaliento se servía en tazas de café y el cristal se tragaba el reflejo de las almas perdidas.

viernes, 9 de noviembre de 2007

El Chavo del 8

No sonó el reloj. Apenas los rayos del sol se habían despertado. Todo en silencio. No se escuchaba nada. Alguna persiana sonaba a lo lejos. Alguien se ha despertado ya. Me refregaba los ojos con los nudillos de las manos mientras buscaba a tientas con el pie las zapatillas. Era muy temprano. Lo sabía. Siempre me pasaba lo mismo. Era uno de los dos días que podía disfrutar de la cama, pero un resorte en el interior de mi cabeza saltaba inesperadamente. La aguja pequeña estaba a punto de llegar a las ocho. Arrastrando los pies por la somnolencia de mis piernas llegaba al salón. Todo oscuro. Por los agujeritos alargados de la persiana, como rendijas de luz, aparecían los primeros vestigios de la salida del sol. Cautelosamente encajaba la puerta del cuarto de mis padres y me acercaba al televisor, un Philips antiguo al que se le había ido el color verde y un tono rojizo predominaba en la pantalla, donde el Real Betis jugaba sobre un campo que parecía muerto y su camiseta era ‘grisiblanca’. Lo encendía y era entonces cuando un desfile de estrellas giraba en torno a una musiquilla que precedía lo que esperaba con ansia. Aquello que me levantaba de la cama como si de un reloj se tratara. Eran las ocho, y puntualmente, comenzaba el personaje que llevaba ese número en su nombre: el Chavo.


Con los ojos aún pegados y los pelos totalmente revueltos, me sumergía en esa cancioncilla cargada de muelles que anunciaba “el programa número uno de la televisión humorística” y que yo veía gracias al vídeo comunitario. Sonreía y comenzaba a disfrutar de las curiosas y divertidas situaciones que ofrecían sus personajes. El Chavo, protagonista de la serie, interpretado por ‘Chespirito’, Roberto Gómez Bolaños, Quico, al que le daba vida Carlos Villagrán, Don Ramón, o Ron Damón, que era Ramón Valdez, Doña Florinda, de la mano de Florinda Meza, el Profesor Jirafales, por Rubén Aguirre, la Chilindrina, que era Maria Antonieta de las Nieves, la Bruja del 71, encarnada por Angelines Fernández, y el Señor Barriga, cuyo personaje era interpretado por Edgar Vivar, el mismo que hace poco nos ha sorprendido en El Orfanato. Los conocía al dedillo todos, aunque yo tenía mis preferidos: Quico y Ron Damón, sin dejar a un lado al Chavo, aunque los primeros personajes me encantaban. Es cierto que en solitario o en un contexto aislado no tendrían mucho sentido o perderían parte del encanto, por ello, aunque eran mis favoritos, cobraban genialidad cuando a su alrededor se desplegaba todo el elenco.


Recuerdo excelentes episodios con guiones sencillos pero cargados de genialidad, dentro de un humor fácil, asequible y tremendamente útil. Era una serie que si caía bien, te encantaba, pero si no te gustaba, la odiabas. Yo me encontraba en el primer grupo, y la verdad es que gocé mucho de sus capítulos. Recuerdo algunos memorables pero que no podría enumerar, pues el artículo se haría extensísimo, y esto debe ser un texto que sirva de encuentro con la memoria.
Luego todo se trasladaba a la vida común, donde cada uno de tus amigos entraba dentro de un perfil... y los niños son inocentes, pero pueden llegar a ser muy crueles. Un amigo mío tenía la fama de ser Quico. Tenía una mayor capacidad económica que nosotros y disfrutaba de mejores juguetes, lo que daba lugar a la posterior demostración de su poder adquisitivo. Yo creo que todos los que nos hemos deleitado con esta espectacular serie tenemos historias que podemos relacionar con ella, como los amigos Maeserancio y Rascaviejas, que nos contaban sus experiencias en el saloncito de la amiga Dama.


Para todos los amantes del Chavo del 8... ¿y a ti, te gustaba? Entra y echa un trago mientras nos cuentas como lo descubriste...

lunes, 5 de noviembre de 2007

No me salen las cuentas...

La jornada anterior no quise escribir nada sobre el Real Betis, pero en esta ocasión, y tras la pésima imagen ofrecida por el equipo, he decidido leer toda la prensa posible, escuchar la radio y ver las noticias.

Por lo general me considero una persona optimista y positiva, y de cara al equipo de mis amores, más aún. Muchos de los que por aquí pasan lo saben. En la Quiniela siempre tiene un 1 cuando juega en casa y un 2 cuando viaja por España. Cada domingo afronto con ilusión un nuevo partido. Da igual que sea contra el Levante o contra el Barcelona. En mi mente no cabe la posibilidad de bajar a segunda, aunque en alguna ocasión haya dejado caer esa posibilidad. El problema es que cuando acostumbras a alguien a no tener ilusión, las cosas van cambiando. Crece la impotencia y el desanimo. El 'manquepierda' se transforma en el 'manquegane'. La desesperación aumenta y empiezas a ver un pozo negro que no termina. Un atasco ineludible. Una opción que no quieres contemplar. Una posibilidad que cada vez cobra más fuerza.

Y es entonces cuando no te salen las cuentas...

Me he percatado que a nadie le salen las cuentas, ni a los periodistas, ni a los jugadores, ni a Héctor Cúper, ni a José León, ni al Dogo Manuelo Loperan...



...ni por supuesto a la afición. Algunos comentan que la culpa es de Cúper, otros que es de los jugadores, muchos de Lopera... ¿de quién es la culpa de esta situación?, ¿remontaremos el vuelo?... a mi no me salen las cuentas, y cada domingo espero que mi equipo recupere la ilusión por jugar al fútbol, que encuentre puerta, que suba en la tabla, que afronte cada partido como si fuera una final, que no parezcamos un cadáver deportivo a merced del que quiera golearnos, que los jugadores se impliquen, que no desaparezca la motivación, que recuperemos la concentración...

...y que vuelvan a salir las cuentas.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Tiempos Modernos

¿Qué se puede decir de Tiempos Modernos que no se sepa ya? Todos conocemos a Charlot. Es un pícaro ingenuo, superviviente al hambre, mendigo de cariño, que trata de imitar los modales burgueses (traje, bastón y sombrero), víctima de las circunstancias y poseedor de buenos sentimientos. Viene a expresar al tipo del eterno perdedor y es expresión de una filosofía de la vida profundamente humanista. Pues este es el instrumento que utiliza Charles Chaplin (1889-1977) para representar sus comedias, desde que realizara su primer trabajo en la Keystone con “Charlot periodista”, en 1914, creando el personaje que le hará famoso hasta el punto de confundirse su personalidad.

Tuvo problemas para aceptar el cine sonoro, que siempre rechazó, sin embargo fue precisamente con Tiempos Modernos cuando emplea sonido por primera vez, y su personaje entona una canción con letra ininteligible en varios idiomas. Pese a que se considera “El gran dictador” como su gran obra, cuando vi Tiempos Modernos quedé atrapado por la genialidad de Chaplin encarnando su mejor papel: el de Charlot.


En esta ocasión no voy a copiar la sinopsis de ningún lado, pues desarrollar la trama sería despojaros de la sensación de descubrir por vosotros mismos la agudeza e ingenio que se va desplegando en todas las situaciones que se van presentando a lo largo de la película. No obstante, podría destacarse que recoge, de algún modo, los tiempos convulsos de la depresión económica, la ascensión del nazismo y, sobre todo, el estadio taylorista y fordista de la industrialización que lleva a una nueva concepción del trabajo. Constituye una parábola sobre la alineación en el trabajo en la sociedad industrial (mucho más que una crítica a la industrialización como tal) a través de la historia de un obrero al que el automatismo ha condicionado sus gestos incluso fuera del trabajo. Chaplin pensó titularla “Las masas” o “54632”, el número de un obrero cualquiera en una gran fábrica.

Título original: Modern Times
Director: Charles Chaplin
Productor: Charles Chaplin
Guión: Charles Chaplin
Fotografía: Rollie Totheroh, Ira Morgan
Música: Charles Chaplin

Reparto:
Charles Chaplin
Paulette Goddard
Henry Bergman
Chester Conklin
Lloyd Ingraham
Stanley Stanford
Hank Mann
Louis Natheaux
Allan Garcia




Frente a las diversas interpretaciones que sufrió la película, el director explica su sentido: “Algunos han querido dar a mi obra un significado de ataque social. No es cierto. Todo parte de una idea abstracta, una necesidad de decir algo sobre que la vida se está estandarizando y canalizando, que los hombres se encuentran presos en las máquinas y que todo conduce hacia ello”.

Bajo mi humilde punto de vista, Tiempos Modernos es una joya del cine... ¿qué opinan vuesas mercedes?