lunes, 26 de enero de 2009

Locura

La locura es un estado, o quizás una sensación. Un sabor extraño en el paladar de la razón que afecta a los sentidos externos invadiendo el subconsciente de los internos. No todas las locuras son iguales. Como norma general, y aplicando el significado de un diccionario cualquiera, podríamos decir que la locura tiene relación directa con la privación del juicio o del uso de la razón. Pero… ¿es siempre necesaria el uso de la razón?, ¿qué ocurre cuando una situación requiere la privación del juicio?. Supongo que nadie se ha planteado esta cuestión. Y si se la ha planteado, probablemente ahora mismo sea preso de la locura. Quizás Vincent no estaba loco, sencillamente le hicieron pensar eso. Solo se lo creyó. La locura es un estado emocional al que se puede llegar por medios colaterales. Seguramente si un médico, psiquiatra o psicólogo lee esto, pensará que mi reflexión no se apoya en una base científica y que no llevo razón, y no estaría equivocado, pues no soy ninguna de las tres cosas.

Dicen que cuando la locura te atrapa entras en un mundo diferente. Es como si la realidad se derritiera, pero no llega a ser Surrealismo. Tal vez la locura te atrapa. Arremete contra ti y te hace suyo en un mundo lleno de sinrazón. Un mundo que ha perdido el juicio. Un mundo de locos donde, estar cuerdo, es una locura. Entonces, sólo entonces, te sientes perdido. Como si fueras el náufrago de una tabla flotante en las aguas de algo desconocido. No sabes dónde estás. No sabes quién eres. Te confunden con personajes famosos o crees ser uno de ellos. Cuando llega este momento ves las cosas más claras. Ya no comprendes la realidad porque eres parte de ella. La realidad es una locura y tú perteneces a su entramado. Ese es el momento de ingresar en el Fletcher Memorial Home.

¿Qué es lo que podemos encontrar en dicho lugar?, ya lo dijeron ellos. "Damas caballeros, por favor, den la bienvenida a Reagan y Haig, al señor Begin y amigos. A la señora Thatcher y Paisley, al señor Brezhnev y compañía. Al fantasma de McCarthy y a las memorias de Nixon. Y ahora, para añadir color, un grupo de anónimos magnates. Latinoamericanos de las conservas cárnicas". Sí amigos. Ya hemos entrado en el Fletcher Memorial Home. El lugar donde se honra la memoria selectiva de los grandes gobernadores de la locura. La forma de protesta después de la victoria del Reino Unido en la Guerra de las Malvinas. ¿Y no se sigue viviendo esta locura?, cambien los nombres mis queridos amigos. Sólo adáptenlos al presente. La locura no se ha extinguido, sigue siendo patrimonio del ser humano racional. Para estar loco, sólo hay que perder la razón. O no. “¿Esperaban que les tratásemos con algo de respeto?”. Ellos lo estaban anunciando, “Un rinconcito que sea sólo suyo. El Hogar Conmemorativo Fletcher para tiranos y reyes incurables”. ¿Y qué es la locura? Tan sólo un estado en el que el ser humano desconecta de la realidad para, quizás, pertenecer a ella. Cuando esto ocurra. Ya sabéis dónde tenéis que ir. Allí el fluido rosa convivirá con la razón más clara y nítida. La que otorga la locura.

“¿Está todo el mundo dentro? ¿Lo estáis pasando bien? Ahora puede ser aplicada la solución final”

The Fletcher Memorial Home - Pink Floyd

Take all your overgrown infants away somewhere
And build them a home
A little place of their own
The Fletcher Memorial Home for incurable tyrants and kings

And they can appear to themselves every day
On closed circuit T.V.
To make sure they're still real
It's the only connection they feel

"Ladies and gentlemen,
please welcome Reagan and Haig,
Mr. Begin and friends
Mrs. Thatcher and Paisley,
Mr. Brezhnev and party
The ghost of McCarthy
The memories of Nixon
And now adding colour
A group of anonymous
Latin-american meat packing glitterati"

Did they expect us to treat them with any respect?
They can polish their medals and sharpen their smiles,
And amuse themselves playing games for a while
Boom boom, bang bang, lie down you're dead

Safe in the permanent gaze of a gold glass eye
With their favorites toys
They'll be good girls and boys
In the Fletcher Memorial Home
for colonial wasters of life and limb

Is everyone in?
Are you having a nice time?
Now the final solution can be applied



Llevad a todos vuestros grandullones niños a algún lugar lejano
Y construidles un hogar
Un rinconcito que sea sólo suyo
El Hogar Conmemorativo Fletcher para tiranos y reyes incurables

Allí ellos podrán aparecer ante sí mismos cada día
En circuito cerrado de televisión
Para asegurarse de que todavía son reales
Es la única relación que sienten

"Damas caballeros, por favor,
den la bienvenida a Reagan y Haig,
al señor Begin y amigos
A la señora Thatcher y Paisley,
al señor Brezhnev y compañía
Al fantasma de McCarthy
Y a las memorias de Nixon
Y ahora, para añadir color,
un grupo de anónimos magnates
Latinoamericanos de las conservas cárnicas"

¿Esperaban que les tratásemos con algo de respeto?
Pueden sacar brillo a sus medallas y exagerar sus sonrisas
Y divertirse entre ellos haciendo juegos durante un tiempo
Bum bum, bang bang, cáete al suelo estás muerto

A salvo bajo la permanente mirada de un frío ojo de cristal
Sus juguetes favoritos
Serán buenas chicas y buenos chicos
En el Hogar Conmemorativo Fletcher para
Colonizadores derrochadores de vidas y cuerpos

¿Está todo el mundo dentro?
¿Lo estáis pasando bien?
Ahora puede ser aplicada la solución final.

18 comentarios:

Juanma dijo...

Impresionante, original y contudente entrada, querido Ramsés.

Paralela a ella, a esta entrada, quisiera decir que la locura, literariamente hablando, es un maravilloso privilegio.

Un abrazo.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

cOMO una vieja premonición, el maestro Gabo, ya lo relataba en "el otoño del Patriarca". La vieja mansión donde se exilaba a los dictadores con vistas al desierto del mar que vendieron a los yankis. La locura es tan real como la vida misma. Fuerte abrazo querido Ramsés.

Juan Duque Oliva dijo...

La locura que embriaga a los demás como la de aquel con bigotito y esvástica que casi acaba con el mundo.

Un abrazo de locura sin ningún tipo de cruz.

Anónimo dijo...

Los tiranos hacen locuras, pero no están locos, sino que son malvados con poder.
Interesante primera reflexión de qué es la locura. Bueno, a veces es cuestión de que el tiempo ponga las cosas en su lugar, pues en la Edad Media se consideraba que el estado de amor era una pérdida del juicio y a muchos artistas se les ha considerado locos, pero sus obras quedarán como creaciones maravillosas.
Un beso.

Té ツ dijo...

Extraordinaria reflexión. Y más aún con Pink Floyd de fondo. Es muy interesante el debate que planteas. Lo terrible de la locura es cuando se convierte en algo destructivo. Si no, como dice Juanma, en ciertos momentos puede ser un maravilloso privilegio. Un abrazo loco.

La gata Roma dijo...

La locura es relativa, por eso a veces me cuesta distinguir locura de realidad, y es como un perfume, según quien lo lleve huele de una forma u otra… Quizás alguien que se mata madrugando, grita en los atascos, llega tarde a un lugar dónde detesta ir, a dejar su tiempo y su sangre, y cuando sale es tan tarde que no ha podido ni disfrutar del Sol, del día, del aire… tal vez ese sea un loco, aunque no lo parezca a los ojos de la sociedad… O simplemente mi razonamiento es pueril, al fin y al cabo, los niños son “esos locos bajitos” que decía el Nano…
En fin, también es la locura un animal dormido que llevas dentro, se despierta más o menos, según con que estímulo o situación, y a veces es bueno que se despierte… tal vez sin él, yo no habría hecho la mitad de las pocas cosas que hice en la vida..

Kisses

P.S. Perdón por el tocho y gracias por no dejar el Graderío. Yo también estoy más contenta con el cambio de foto, la otra era terrible… En el blog puse una parecida, aunque algo más loca, como si jugara al “cucu trá”

Elena Moreno dijo...

Preciosa divagación que nos ofreces hoy, querido aguaó.

Estoy con los que piensan que la locura es un privilegio de genialidad y de impunidad, reservado a unos pocos. Algo que te distingue, un rasgo positivo.

Aquello que llamamos locura violenta, no es más que ira y una deformación de la mente.

Un abrazo
Elena

Reyes dijo...

Tu exposición brillante, como siempre, te hace pensar, porque para determinadas cosas hay que estar un poco loco, para dejarse llevar por los sentidos y disfrutar, por ejemplo.
Las mejores cosas que se hacen por amor suelen ser locuras.

Y gracias por la música, que, nunca mejor dicho, me vuelve loca.

Un besazo.

Edward dijo...

Que cerca están la genialidad de la locura...y que peligrosa puede ser, cuando traspasa ciertas fronteras, sobre todo la destrucción ajena o propia. Sin palabras sobre Pink Floyd...sabes que es una de mis debilidades...¿que me dices de las reflexiones sobre el mismo tema de "The Wall"?

Un abrazo querido Ramses...he disfrutado tremendamente con esta entrada

el aguaó dijo...

Amigo Juanma, hay locuras que son tremendamente placenteras y realmente necesarias.

La locura es una realidad que nos ayuda, a veces, a contactar con la ficción del presente querido Antonio.

Ese no tenía locura amigo Juan, tenía ideas tremendamentes radicales y extremas. Los radicalismos y extremos, los fanatismos, al fin y al cabo, no son buenos en ninguna parcela de la vida. En ninguna.

Puede ser, querida Parsimonia, que en ocasiones se infravalore la locura.

Cuando la locura está acompañada de poder, entonces es presumible de tenerle miedo amiga . Llevas razón. Y me ha encantado tu abrazo loco, así que te mando otro para ti.

Siempre es necesaria una pizca de locura en la vida querida Gata. Tal vez es en esos momentos cuando la adrenalina más sube y los momentos vividos se convierten en recuerdos inolvidables. ¿Acaso no hay locura en los niños?, ¿una locura inocente?

Aquello que llamamos locura violenta, no es más que ira y una deformación de la mente. Tal vez esto, como bien has dicho, sólo sea una deformación querida Elena.

Mi querida Reyes, tengo que decirte que voy a guardar esta frase: Las mejores cosas que se hacen por amor suelen ser locuras. La doblo en un par de sencillos pliegues y me la quedo. Con tu loco permiso, claro está.

El mismo "The Wall" es una locura musical, perfectamente trenzada amigo Edward, que hace que tenga sentido una realidad dentro de la ficción de la vida. Una locura en estado musical.

Gracias a todos por vuestras locas reflexiones y vuestras serias locuras.

Un fuerte abrazo.

Zinquirilla dijo...

Aguaó, muchas gracias por tu disertación. El tema me interesa mucho así que encantada de charlar a través de nuestros blogs.

Recibe un cordial saludo.

Zinquirilla dijo...

Y respecto a este post, lo leí ayer, no creas que porque no comentemos no leamos ;-)

Me pareció muy interesante la reflexión que va aparejada a la genialidad de tantos artistas.

callejón de los trapos dijo...

Pienso que vuelves a dar una lección con esta entrada. La locura decimos que es un estado alterado de la mente, nosotros los cuerdos, ¿pero nosotros estamos cuerdos?

Existen muchas maneras de locura, la provocada por un momento o una situación concreta. Momentos que te hacen perder la razón, incluso a conciencia, sabiendo que la estás perdiendo. O como dices que le hicieron a Vincent, le hicieron creer que estaba loco,

En fin una locura que acabo de escribir

Néstor dijo...

Hum... La locura siempre me pareció romántica y divertida. Alguien habla de los dictadores-asesinos del s. XX: esos no eran locos, eran cretinos con poder.

Verdial dijo...

Extraño todo lo que encierra en sí la palabra locura. Hay locuras maravillosas y terroríficas locuras.
Como enfermedad, es terrible.

Y sin embargo dicen que "de cuerdos y de locos todos tenemos un poco".

Un abrazo

desde Lebrija para el mundo dijo...

¡Me parece genial! Eso de: "¿es siempre necesaria el uso de la razón?"
"¿Qué ocurre cuando una situación requiere la privación del juicio?"
O, eso de "en un mundo que ha perdido en juicio y en que (para vivir) estar cuerdo es una locura".
Unas frases que dan para muchas horas de reflexión.
Un beso

Antonia

Carmenchu dijo...

Aguaó, ahora me voy a la cama reflexionando sobre tu entrada.

Gracias por mover nuestras mentes de esta manera.

Un beso.

el aguaó dijo...

Muchísimas gracias querida Zinquirilla, el gusto es recíproco y el encantamiento también.

Las locuras, como la que acabas de escribir querido Callejón, a veces son tremendamente cuerdas.

Quizás sea así como debemos tomarnos la locura, con una pizca de romanticismo y diversión, el resto, como bien dices querido Néstor, es irracionalidad monstruosa.

Una pizca de locura es necesaria en la vida querida Verdial, al igual que una pizca de cordura.

Horas de reflexión que pueden volvernos locos amiga Antonia.

Gracias a vuesas mercedes por participar, opinar y reflexionar amiga Carmenchu.

Un fuerte abrazo a todos.