jueves, 31 de diciembre de 2009

...otro día.

Hoy a las 23:59 acaba un día. Acaba un mes. Acaba un año... pero hoy es jueves, y mañana será viernes. Terminará el día, pero mañana habrá otro. Como dijo en 'Lo que el viento se llevó' Scarlett O'Hara: "Después de todo... mañana será otro día..."

Feliz Año Nuevo a todos
Vuestro amigo Ramsés

jueves, 24 de diciembre de 2009

La sonrisa del pastor

El destino puede ser impredecible, por mucho que digan que está escrito. A veces se trata tan sólo de un boceto del devenir real, y otras, un calco perfecto del futuro planificado por el diablo. Tal vez nuestra vida no sea otra cosa más que un libro, o el capítulo de una novela dilatada. Estamos atados entonces, unidos a un discurrir de acontecimientos desarrollados tras una voz en off que nos predica el sino de nuestra existencia. Todo está pensado para que transcurra la trama a través de unos ojos borrachos de ansiedad por lo que va a ocurrir. Pero… si está todo escrito, ¿por qué nos sorprenden los giros que el tiempo nos tiene guardados? Porque no hemos leído el argumento de nuestra propia vida.


Hoy es Nochebuena. Hoy comienza la Navidad. Hoy un pastor sonreirá en el cuadro del retablo de la Anunciación, aquella obra impresionante de don Juan de Roelas. Una sonrisa que valía un cambio estilístico. Una sonrisa que sorprendía a Pacheco y le despertaba de su imperio inquisitivo. Una sonrisa que permanecerá intacta cuando el crepúsculo de la Estrella de Bagdad sea un hecho. Una sonrisa, queridos amigos, que no podemos olvidar en todo el año. Ahora es el momento de la solidaridad artificial, pero durante todo el año, es el periodo que tenemos para reescribir el guión planificado. Ese capítulo de este libro que es la vida. No nos quedemos sólo aquí. No nos quedemos atrapados en ese boceto que destila el devenir más cercano. El destino está escrito, pero podemos reescribirlo. Ese pastor sonríe durante todo el año, por eso yo os deseo una Feliz Nochebuena, una Feliz Navidad y la permanencia de la sonrisa, tu sonrisa, durante estos 365 días que vienen.

Un grandísimo abrazo de vuestro amigo Ramsés.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Final

Hace poco vi “Lucía y el sexo”, de Julio Medem. Había escuchado hablar de ella, pero nunca me había sentado a verla. Todos me decían que tenía un guión extraordinario y que la historia era genial. Me invitaron a verla y me perdí entre sus geniales diálogos. Es una película que te hace reflexionar. Es una cinta que, como norma general, no te deja indiferente. Hace unos días surgió la propuesta de crear una entrada sobre el final de las cosas. No sabía que escribir, Cronos me tiene maniatado últimamente y las ideas no suelen ser buenas. Fue entonces cuando me acordé de esa película. En “Lucía y el sexo” hay una frase magnífica, encerrada en un contexto especial, que decía lo siguiente: “La primera ventaja es que cuando el cuento llega al final no se acaba, sino que se cae por un agujero y el cuento reaparece en mitad del cuento. Ésta es la segunda ventaja, y la más grande, que desde aquí se le puede cambiar el rumbo, si tú me dejas, si me das tiempo”. Me fascinó esa posibilidad, la capacidad de cambiar el rumbo de las cosas, de los acontecimientos, de la carencia de final. No existiría final, porque cuando lo presintiéramos, siempre podríamos volver al centro de la historia. El final es algo muy relativo, puede ser lo esperado o lo temido, pero en las dos ocasiones tiene ligada una sensación de placer y de angustia. Si el final se espera, la angustia reside en el tiempo de llegada. Si por el contrario no se quiere llegar al final de algo, el placer desaparece cuando llega la angustia del nunca jamás. ¿Quiénes de ustedes no ha deseado volver atrás cuando el final se ha intuido? Pese a todo, creo que el final es necesario.


El final le da sentido a todo. Volviendo a inspirarme en el celuloide, recuerdo otro fragmento, esta vez de la película “Troya” de Wolfgang Petersen, cuando Aquiles le dice lo siguiente a Briseida: "Te contaré un secreto, algo que no se enseña en tu templo. Los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, porque cada instante nuestro podría ser el último, todo es más hermoso porque hay un final". Y es así. El final es necesario para que la vida tenga sentido.

domingo, 13 de diciembre de 2009

F.F.de C.

"- Sentía ganas de meterle una bala entre los ojos a cualquiera que se negara a follar para salvar su especie. Quería abrir las válvulas de descarga rápida de todos los petroleros y cubrir de crudo todas esas magníficas playas que yo jamás conocería. Quería respirar humo...

- ¿Dónde estabas, chico psicótico?

- Quería destrozar algo hermoso".

"El Club de la Lucha" - David Fincher

¿Habéis sentido esto alguna vez?